20 febrero 2013

Pieza peculiar

Hay algo en la política de comunicación del Centro Atlántico de Arte Moderno-CAAM (y del resto de centros dependientes de la Consejería de Cultura del Cabildo de Gran Canaria) que chirría. Es la insistente presencia del nombre propio de su responsable político en todas y cada una de las comunicaciones de las actividades programadas, y también su figura en los actos mismos.

Este comportamiento, tan gratuito y premeditadamente obsesivo, sólo me la puedo explicar desde su propósito de convertirse (y parece haberlo conseguido) en la pieza principal del museo, con las implicaciones estéticas y éticas que ello representa.



20 agosto 2012

Arte y decoración (microrrelato)

Se habían producido tantos recortes en el museo de arte que su director empezo a pedir a los artistas que trajeran sus propuestas expositivas ya domesticadas, porque para entonces el departamento de contracrítica apenas disponía de presupuesto.

11 junio 2012

Cultura, Ciencia y ladrillo

Hace unos días saltó una polémica que se dejó sentir en la prensa y en las redes sociales: las declaraciones de la Secretaria de Estado de I+D a la revista Nature, en las que justifica los recortes en investigación. Aunque el tema tiene muchas aristas, hay algo que aprovecho para apuntar (y que vale tanto para la ciencia como para la cultura; la otra damnificada, tanto o más, por la tijera).

Ubicados en lo local (Gran Canaria), en los últimos años se han acometido dos "proyectos culturales" de calado: la rehabilitación del antiguo Hospital de San Martín (San Martín Centro de Cultura Contemporánea) y la del antiguo Cuartel Manuel Lois (Parque de las Creaciones). Cada una de estas obras ha rondado los 5 millones de euros de inversión.

Entrecomillo "proyectos culturales" para hacer notar que ambos han sido en realidad proyectos de construcción, inversiones en ladrillo, puro continente sin ningún contenido. ¡Y si la cultura es algo, es contenido!

Al día de hoy, el cuartel está cerrado y el hospital justifica un mínimo funcionamiento, que en nada tiene que ver con su intención primera: ser un centro de producción artístico-cultural integrado en el entorno Riscos-Vegueta.

Sobre la gran apuesta local por la ciencia, el Parque Científico Tecnológico de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, más de lo mismo. Aunque de este caso no tengo cifras, basta con una rápida visita a su página web oficial para entender la también estrecha relación ciencia-ladrillo de este otro proyecto estratégico.

Al final todo (es) era ladrillo. ¡Cómo les gusta empezar la casa por el ladrillo!

30 mayo 2012

La cultura independiente (3)


Por una parte, las instituciones públicas tienen infraestructuras, ahora desprogramadas o bajo mínimos. Durante años, buena parte de las partidas públicas en cultura se han inmovilizado, generando un “parque” de infraestructura sobredimensionado. Los pocos dineros que manejan hoy en día están cautivos en el mero mantenimiento de esas dotaciones o en muchas de ellas se está haciendo una política de gestión precaria, que no conduce a nada.
Por otra parte, las estructuras independientes tienen las claves para la participación ciudadana, vocación social y pública, capacidad de auto-construirse, creatividad, sentido crítico, capacidad de experimentación, vocación investigadora, asunción del riesgo, re-invención, re-generación, flexibilidad, impulso, afán de descubrimiento... valentía y la rebeldía suficiente para hacerlo porque sí. Son además expertas en el manejo digno de la precariedad, con mayor eficiencia que cualquier institución pública.
La puesta en marcha de un proyecto de cultura independiente en Gran Canaria activaría automáticamente la creatividad social y la consolidación de una  comunidad creativa. La comunidad creativa es un recurso potencial de primer orden. Posible y necesario. Y lo que esencialmente necesita para ser es un espacio que acoja el proyecto. Un lugar donde residir. Un cuerpo.
Este espacio ha de ser público, para que sea equidistante de todos los usuarios. Un espacio público cedido en uso y gestión sin cortapisas. No puede ser un espacio intervenido ni por la tutela (decir cómo hacer), ni por el control de resultados (decir qué hacer), ni por una reglamentación estrecha (decir qué no hacer). 

Ha de ser un espacio físico y vital.

25 mayo 2012

La cultura independiente (2)

La pretendida transformación de la actividad cultural en industria cultural es una simplificación teórica al problema real del drástico recorte presupuestario que sufrimos.

La ayuda pública a la cultura prácticamente ha desaparecido. En tales circunstancias parece necesario generar y establecer un marco nuevo de relaciones entre los diferentes actores y estructuras culturales. Cubrir el vacío para dotar a la sociedad de vehículos expresivos, de auto-conocimiento, acción, comunicación y cohesión.

Las estructuras independientes no se pueden mantener (como lo que son) dependiendo exclusivamente del mercado (como industrias culturales). A su vez, lo público no puede prescindir del potencial que la cultura independiente representa. Para las estructuras independientes, la inter-dependencia profundiza su independencia desde la práctica, Para la administración pública, la interdependencia proporciona más intensidad de acción política con menor carga de gestión y gasto. Y para el mercado, las industrias culturales, la interdependencia proporciona base, un contexto formativo, laboratorios creativos abiertos, I+D+i para nutrirse, espacios necesarios de experimentación.

La interdependencia ha de aplicarse en el ámbito local, a partir de "lo que hay", de lo que tenemos y de lo que estamos dispuestos a dar y no solo a recibir. Una relación de este tipo ha de sustentarse en una clara voluntad política por parte de las instituciones públicas y garantías de responsabilidad y representatividad real por parte de las estructuras independientes. Estamos hablando de un contexto experimental que puede y debe experimentarse. No hay ningún riesgo en ello y mucho que perder si no se hace.

¡Ahora es el momento!

23 mayo 2012

La cultura independiente (1)

La cultura independiente se caracteriza por vincularse a lo local, lo territorial y lo participativo en mayor medida que la “otra” cultura, que se preocupa más por los asuntos de marca o finalidad. La cultura independiente se afirma diferencialmente frente a lo público y lo privado. Tanto frente a las instituciones culturales —públicas y privadas— como a las empresas culturales. Ni tiene vocación instituyente, ni empresarial. La cultura independiente antepone criterios de calidad y compromiso por encima de la rentabilidad mercantil. Es procesual y no finalista. Y los que la practican lo hacen sobre todo por vocación, por elección, porque quieren y porque lo toman como su proyecto vital. 

La cultura independiente crea, produce y autogestiona una oferta cultural propia, desde estructuras formales o informales —generalmente colectivas y sin ánimo de lucro—, actuando con profesionalidad, sentido cívico y vocación social. Desde la profesionalidad, funcionan como empresas, en cuanto a la dedicación laboral de sus sujetos. A diferencia de las entidades asociativas extra-laborales, de “voluntariado a tiempo libre”, en las entidades de cultura independiente no hay voluntarios, hay profesionales “a cuenta propia” desarrollando su trabajo. Hacen una cultura muy profesionalizada y poco mercantilizada. Se comportan más como artistas que como  gestores. O bien convierten la gestión en una “pieza artística”, por lo que es más preciso denominarlos “creadores culturales”. En su proceder se diferencian de los perfiles tradicionales de promotores, gestores o empresarios del sector cultural. 

¡Son diferentes y existen!