Hace un par de años escribí que el entorno cultural canario se encontraba en un profundo proceso de re-configuración. Por entonces estaba en marcha el Plan Estratégico de Las Palmas de Gran Canaria-PROA2020, la ciudad aspiraba a ser Capital Cultural Europea 2016, también estaba en marcha el Plan Estratégico del Sector Cultural de Canarias, el TEA-Tenerife Espacio de las Artes acababa de nacer, el Centro Atlántico de Arte Moderno-CAAM, recién cumplidos 20 años, estaba en pleno proceso de re-estructuración, acorde al “Documento de Buenas Prácticas en Museos y Centros de Arte Contemporáneo”, contemplando su ampliación en un edificio en desuso, el antiguo Hospital de San Martín, ahora ya San Martín Centro de Cultura Contemporánea, y además se había abierto un programa de Participación Ciudadana que incluía la regenarción de Centros Cívicos y locales sociales de Las Palmas de Gran Canaria
A día de hoy, el de la resaca de la derrota de Las Palmas GC como Capital Cultural Europea 2016, se cierra el círculo, con el siguiente balance general: el entorno cultural canario (institucional) está aún más atrapado en un banal modelo de cultura de escaparate y voladores; o lo que es lo mismo, "mucha pólvora mojada".
Pero cada uno de los items del mosaico arriba enunciado bien merece entrada aparte, y así lo iremos haciendo.
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