Con motivo de la reciente celebración en Las Palmas de Gran Canaria del VII Campus Euroamericano de Cooperación Cultural y Desarrollo Local tuve ocasión de hablar con una destacada representante de la gestión cultural municipal de Donostia-San Sebastián. Donostia parece ser una ciudad pionera en España en la implantación de prácticas de democracia participativa.
De la conversación con dicha persona destaco algo que también comparto: en nuestro contexto social existen serias dudas sobre si las actuales estructuras ciudadanas son las más adecuados para liderar los procesos participativos.
¿A quién representan? ¿por qué intereses se mueven? ¿son realmente participativas y actuán como tal?
Parece ser que si queremos ir hacia un nuevo modelo de democracia, no podemos hacerlo sobre la base de las viejas estructuras asociativas de participación ciudadana. Tendremos por ello que investigar y descubrir dónde reside ese elemento horizontal y abierto capaz de sustentar procesos participativos reales.
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